No era la primera vez que, en el restaurante, había personas que querían cambiar de mesas cuando una familia con hijos se sientan en la mesa de al lado. Pero esta vez simplemente fue demasiado.
Durante una visita al restaurante Red Robin, en Iowa (EEUU), Ashley Wadleigh y sus tres hijos apenas se habían sentado en la mesa cuando la pareja al lado pidió que les cambiasen de mesa.
Y no sólo eso, sino que la mujer hasta alzó la mano hasta la cara para no tener que mirar a la familia.
Ashley se puso furiosa.
La familia apenas se había sentado y la mujer de al lado se sentía tan incómoda que su esposo tuvo que llamar a la camarera para pedir una mesa en otra parte del restaurante.
¿Acababan de llegar y ya estaba pensando que los niños iban a ser insoportable?
Ashley decidió llamar a la camarera, muy molesta le preguntó si la pareja había pedido otra mesa por culpa de ellos.
La camarera se inclinó y le contestó en voz baja – le dio una explicación que Ashley no se hubiera esperado jamás.
Resulta que la pareja recientemente había perdido un hijo y la mujer no pudo soportar estar sentada al lado de una familia tan feliz.
”En ese momento me sentí tan avergonzada, mi corazón literalmente se paró por un segundo, me dio tanta lástima y me sentí fatal por haberla juzgado, así que hice lo único que se me podía ocurrir: pagué su cuenta y pedí a la camarera que no les dijera quién lo había hecho”, escribe Ashley en Facebook.
Sin embargo, al parecer la familia había entendido que era ella quien había pagado la cuenta, así que al salir del restaurante se dirigió a Ashley.
”Mientras estaba luchando para detener las lágrimas dijo: ’Señora, no quiero que creas que porque…’. La interrumpí y como yo mismo estaba a punto de llorar, sólo le di un abrazo y ella susurró ’Gracias’”, escribe Ashley en Facebook, y continúa:
”Esto me recordó que nunca debo juzgar a alguien de antemano… Nunca sabes lo que pasa en la vida de otros, también me recordó que hay que aprovechar cada momento que tengamos con nuestros hijos… Disfrutar de lo bueno tanto como de lo malo… porque están aquí y son mis hijos, y por supuesto, siempre debes ser amable.”
Es fácil siempre creer lo peor de los demás y que hacen lo que hacen con malas intenciones, cuando en realidad puede ser justo lo contrario. Comparte el mensaje de Ashley: Nunca deberíamos juzgar.