Whitney Kittrell es una mujer de Utah (EE.UU.) y madre soltera de dos preciosos niños. Normalmente, no hay nada que Whitney no pueda hacer por sus hijos; se prometió a ella misma que siempre haría cualquier cosa para que sus hijos tuvieran una vida normal como el resto de los niños.
Y hasta ahora lo ha hecho muy bien. Pero un día su hijo volvió del colegio con una noticia que la puso en un aprieto.
Resulta que el colegio había organizado un desayuno en el que los niños tenían que asistir solo con sus papás. Cuando Whitney se enteró, respiró profundamente, se sentó y pensó en una solución.
Entonces, le preguntó a su hijo si quería llevar a su abuelo. Pero, para su sorpresa, el pequeño sonrió y contestó:
“No. Yo quiero que vengas tú. Tú eres mi mamá y mi papá”. Apenas si pudo contener las lágrimas ante esta respuesta.
Al día siguiente, Whitney se puso su mejor atuendo de “papá”, se pintó una barba y se dirigió al desayuno con su hijo. Estaba avergonzada, pero cuando su hijo la presentó ante los demás, no pudo evitar sonreír:
“Esta es mi mamá. ¡Ella es mi papá también, así que la he traído conmigo!”, dijo el pequeño.
Whitney también cuenta que “cuando me iba, él corrió detrás de mí, me abrazó muy fuerte y me susurró ‘mamá… sé que siempre estarás ahí y harás cualquier cosa por mí. Gracias. Te quiero’.
Entonces, me dio un beso en la mejilla y salió corriendo. Espero que recuerde este día, porque yo nunca olvidaré sus dulces palabras”.