Dicen que no existe peor mal en el planeta que ver partir a un hijo para toda la vida. La muerte de un individuo cercano, y el desafío que le sobreviene, es siempre difícil de aceptar y de alcanzar resignación
Charlotte y Attila Szakacs son una pareja británica con una historia muy peculiar.
En septiembre del último año, y cuando estaban en la semana 20 de su embarazo, han recibido una novedad desgarradora: su chiquita, Evlyn, sufría de una anomalía cromosómica que le daba una expectativa de vida muy corta. “Cuando nos llega la novedad, Attila y yo nos quebramos completamente.
Pienso que más en ese instante que cuando murió“, contó Charlotte.
Han recibido a la chiquita con todo el cariño que puede esperarse, por otro lado Evlyn surgió con un cerebro sin realizarse, los pulmones obstruidos y una aorta estrecha, lamentablemente solamente 4 semanas luego de llegar a este planeta murió.
Luego de esto a la pareja, y con total autorización de la autoridades sanitarias, se le permitió convivir con el cuerpo de su hija fallecida a lo largo de 16 días – 12 en el hospital y 4 en el hogar – antes de despedirla por fin y para toda la vida. Charlotte y Attila compartieron esta vivencia en sus comunidades.
Por ejemplo cosas, pasearon a la chiquita Evlyn y la llevaron a un parque; en el hogar dormía en una cuna refrigerada fundamentalmente preparada por los empleados del hospital para que tengan la posibilidad de conservar el cuerpo a lo largo de los días que se les permitió poseerlo.
“La más reciente noche durmió en la cuna que le habíamos listo”, contó Charlotte; “Sé que a lo mejor no sea la preferible alternativa para todos, pero para nosotros fue tan considerable poder tener ese tiempo de familia y poder abrazar a nuestra chiquita niña. Pienso que haber vivido el tiempo con ella logró una distingue.
Sé que quizás no sea la mejor opción para todos, pero para nosotros fue tan importante poder tener ese tiempo de familia y poder abrazar a nuestra pequeña niña. Creo que haber pasado el tiempo con ella hizo una diferencia. Poder hacer todas las cosas que imaginas como sacarla en un cochecito de paseo, nos ayudó emocionalmente”, apuntó la madre.
Ahora Evelyn está en un lugar mejor.
¿Crees que fue una buena decisión conservar a la bebé por varios días después de haber fallecido?